A las 19:18hs UT del 28 de enero la Luna y el Sol se oponen en el eje Leo-Acuario. Es la primera Luna Llena del Año y refleja desde Leo la luz del Sol en compañía de Júpiter y también de Saturno.
El Sol, Júpiter y Saturno forman un núcleo energético concreto donde nuestras emociones se verán intensificadas, amplificadas con la energía efecto lupa de Júpiter y el efecto freno de Saturno.
La luz que recibe la Luna estará, por así decir, exaltada. Es una luna intensa donde las haya, al más puro estilo plutoniano. Y al estar en Leo, fuego fijo, la exageración está garantizada, cuidado con las distorsiones emocionales. Queremos progresar a toda costa en el propósito sembrado a principios de año con la Luna Nueva. Expandirnos. Pero esta luna, aún con toda su luminosidad intensa, todo su efecto clímax, nos pide cautela precisamente porque la tendencia será al desborde leonino que, mal llevado es puro drama y fuego fatuo, y en su versión más elevada convierte la intensidad de las emociones en continuo flujo creativo y de celebración. Serán unos días en que demos especial valor al reconocimiento de nuestra valía para los seres queridos. Y en que la expresión de nuestros sentimientos y emociones buscará igualmente cauce. Por suerte, la contención la pone Saturno enfrente porque Saturno es el dios del tiempo. Así que tenemos un clímax que confronta la intensidad con la mesura, la exageración y la responsabilidad.
Es recomendable mantener la calma, practicar la paciencia ante cualquier situación impulsiva. Si no lo hacemos, se activará la conjunción Marte, Lilith y Urano en Tauro. Es decir, se activará la mecha de la reactividad porque es una configuración muy explosiva, muy tensa, pudiéndonos poner ante situaciones o personas estresantes u oscuras en el sentido de que se acerquen a nosotros desde el ámbito de lo incógnito, de lo desconocido, lo que no vemos o no queremos ver, lo que no sabemos, lo que no queremos saber. Puede representar también falta de conocimiento, de información o de realismo.
Más cuando la Luna Llena en Leo lo teatraliza todo en busca del brillo personal.
Neutralicemos a base de paciencia la influencia de esa tríada que cataliza respuestas enojadas, impositivas o desde el enfado. Para no caer en esos excesos emocionales, hemos de intentar tirar de Saturno, no de Júpiter. Dejemos aparte la lupa que todo lo engrandece para bien y para mal (Júpiter) y pongámonos bajo las riendas de Saturno y su sentido común, del límite, del límite sano.
Esta Luna Llena arde y hace arder desde Leo, pero el espíritu ha de mostrarse templado.
Feliz víspera de Imbolc.