Un notable cambio.
Marte acaba de entrar en Tauro: el ímpetu queda suavizado y con voluntad de aterrizar en alguna parte para tomar sustancia, que el solsticio de verano se inició con una fuerte energía de penetración sin un propósito claro o con resortes psicológicos de reactividad, evidente o velada (Marte en Aries, tanteando), no siempre cómodos.
Claro que Marte en Tauro está en detrimento, porque Tauro está gobernado por la esfera de Venus (paz, armonía). En tiempos de paz, el guerrero no lucha, sino que entrena para luchar. Algo frustrante para el dios de la guerra.
No es fácil dar enfoque (Tauro) a lo que implosiona en todas direcciones.
Con todo, Marte en Tauro es un buen tránsito para atender las necesidades del cuerpo, poner atención en cómo optimizar la gestión energética de nuestro sistema tierra (cuerpo, valores, posesiones, legado). Y sería buena idea aprovechar esta especie de tregua, darle productividad (Tauro), porque a finales de julio-principios de agosto, Urano se conjunta con el Nodo Norte en el signo donde transita Marte. Me viene la imagen caricaturizada del toro enfurecido, con anilla en la nariz, levantando polvareda con sus patas en el momento previo a la embestida.
Siendo Urano lo inesperado, cabe esperar cualquier cosa. Y renunciar al comodín de la paciencia tradicionalmente patrocinado por Tauro, porque no va a haber saldo disponible. Dondequiera que tengas a Tauro en tu mapa natal sabes que es un área de desarrollo y despliegue lento, de crecimiento sostenido, de maestría de paciencia y sentido práctico. No este mes: las cosas de tu zona Tauro se aceleran, arrancan, cambian súbitamente de estado, y por ser Tauro, el cambio viene para quedarse.
Lo que pide este Marte en tauro a mi modo de ver es compromiso con la salud, con el propio cuerpo, y con lo que consideramos valioso. Se me ocurre que puede ser un gran dispensador de energía allí donde falten fuerzas para dar un empujoncillo más cuando uno veía flaquear los recursos. Recursos materiales e inmateriales.
Digamos que Marte en Tauro abre la “sala de máquinas” donde entrenar la resistencia, la fuerza, la voluntad.
Mercurio en Cáncer, después de libar absolutamente todas las flores de la temporada, mercurio entrando en Cáncer es la abeja que regresa al panal y pasa de la excitación exploratoria al cálido santuario de su colmena para asimilar (procesar). Hacer miel. Con el material reunido por Mercurio gracias al registro y toma de muestras de todo tipo de impresiones durante el pasado mes en el signo de Géminis, llega a Cáncer para transformar esos contenidos del mundo ideal al mundo de las sensaciones y desde ahí pasarlo por el filtro de lo perdurable y que por tanto tome la cualidad de “recordable”. Cáncer habla de los recuerdos, de la memoria, del pasado.
No es de extrañar el repentino gusto por revisar fotos del clan familiar, cartas antiguas, anotaciones en cuadernos olvidados, volver a escuchar aquella canción olvidada durante años. Y que todo ello te conmueva hasta la médula. Olores o parajes que transportan a la niñez o que hacen despertar al niño interior.
Un mes para ver el mundo con los ojos del poeta. Del invocador. Del creador. Del inspirado. El sentimiento es luz en Cáncer, es un sentimiento iluminado.
Bien para explorar lo ancestral. Constelar…
El 9 de julio Mercurio hace cuadratura a Júpiter en Aries. Si quieres decir tu verdad, hablar claro, sin temor y bajo resguardo, estás de racha. A pesar de ser una cuadratura, o precisamente por ello, energiza las pasiones arianas de un Júpiter que lo ve todo desde lo alto, habiendo sacado conclusiones y llegado a eurekas. Un idealismo, pasión y optimismo difíciles de eludir. Cede…
Bien para ver la “verdad” de un clima emocional que viene fraguándose desde el solsticio, desde San Juan.
retomamos un poco antes del 13 de julio, que es luna llena y tenemos la antesala del clímax.