Con el Sol recién entrado en Libra el día 22 de septiembre para el Equinoccio (de otoño en el hemisferio norte, de primavera en el hemisferio sur), entramos en una temporada de reequilibrio y armonización, una temporada de transición hacia el invierno. Libra está representada por la balanza, símbolo de la Justicia, el equilibrio, la equidad. El Sol en este signo se encuentra en lo que se llama “caída”, un término que describe cuán fuerte o sometida a otros influjos se encuentra una energía en un sector concreto del firmamento. El Sol en Libra cede su protagonismo a la vincularidad.
Además, el Sol responderá a Venus durante un mes, diosa de la atracción, la relación y del placer. Mientras tanto, la energía guerrera emerge en el colectivo justo cuando Marte retrógrado en Aries acaba de encender la mecha de la radicalización de nuestros deseos más fervientes.
En la carta natal levantada para el momento preciso del Equinoccio, la Luna está en Sagitario, signo del cruzado, maestro y aventurero. Nos insta a apuntar alto emocionalmente con esperanzas de progreso, de justicia y en pos de nuevos horizontes. Libra quiere igualdad y Sagitario lucha por la justicia de la ley natural, mientras que Marte retrógrado en Aries está bien armado para la batalla.
Cuando tengamos claro (ese discernimiento que nos otorga la luna creciente en Sagitario) qué es lo que vale la pena luchar, también debemos poner atención en tener claro qué no lo es, para que no desperdiciemos nuestra ardiente pasión en conflictos insignificantes.
Elegir con cuidado nuestras batallas – aquello por lo que queremos luchar- es una de las mejores estrategias emocionales durante este tránsito de Marte retrógrado en Aries, momento en el que es esperable que el ambiente en todo el mundo se radicalice. Si escuchas una palabra irreflexiva o poco amable, es mejor desconectarse tanto de la causa como de su efecto. Reaccionar con ira o molestia enturbiará el proceso interno de ir a la conquista lúcida de nuestros deseos. En última instancia, Marte retrógrado es una reestructuración de nuestra voluntad y ego, y la lucha por convertirnos en nuestro propio defensor. Estamos aprendiendo el verdadero valor del arrojo: cuándo es necesario para promover nuestros objetivos y cuándo puede dispararnos en el pie.
Al entrar el Sol en Libra, las relaciones son una de las áreas principales donde pueden tener lugar nuestras batallas. Cuando hay una sensación generalizada de frustración, miedo y ansiedad por la supervivencia, nuestros patrones y radicalizan se amplifican. Los patrones más egocéntricos en nosotros se vuelven aún más egoístas, los codependientes parecen sentirse más indefensos, las relaciones horizontales afianzan la equidad de su compromiso, y aquellos más orientados a la comunidad se vuelven más audaces, intensifican sus compromisos e inspiran a otros a contribuir con sus aportaciones. Mientras que Marte retro en Aries saca a relucir nuestra naturaleza más instintiva, la temporada de Libra nos recuerda que no necesitamos pelear solos en todas nuestras batallas. Cada uno de nosotros se está radicalizando de alguna manera, así que hagamos que el proceso sea consciente, constructivo y dirigido hacia el progreso, elijamos bien a nuestr@s aliad@s.