Miércoles 24 de agosto, Mercurio pasa de Virgo a Libra y ya no estará enfocado en el sacrificio (tan sólo por unos días, hasta el 9 de septiembre), en la preocupación por los detalles, sino que nuestra energía mental concreta parece encontrar más enfoque en la tarea de comunicar con armonía, embellecer el verbo, los mensajes, transmitir paz, buscar conversaciones armónicas y conciliadoras. Momento para disfrutar de las conversaciones, para hacer de la dialéctica un gusto, para atraer y dejarse atraer por el flujo de la comunicación a dos.
Abundan los halagos y las ganas de agradar con la voz, con lo escrito y con cualquier tipo de intercambio, en último término.
Libra, regida por Venus, humecta, ablanda, armoniza, suaviza, vincula, agrada, atrae.
Mercurio recorrerá tan sólo hasta el grado 8º de Libra antes de estacionar y retrogradar regresando de nuevo a Virgo (hasta el 30 de septiembre, donde retomará su movimiento directo a 24º de Virgo).
Si en estos momentos hay alguna indecisión en la esfera mental, o algún pensamiento recurrente cargado de tensión, presión o conflicto irresuelto que no acaba de encontrar flujo o drenaje, cauce para ser transmutado, el aire cardinal de Libra pondrá en movimiento las ideas con amoroso impulso, favoreciendo contactos pacíficos y cooperantes, comprometidos. Pero es poco probable que se alcancen conclusiones definitivas o se tomen decisiones . Hay que esperar a que pase septiembre entero para vislumbrar una panorámica completa del tema en cuestión.
Casi mejor no tener prisa, que va a dar igual.