Hoy día 7 de marzo, tenemos Luna Llena en Virgo, un testigo de excepción que iluminará el cielo para acompañar la despedida del gran Saturno saliendo del signo de Acuario y moviéndose hacia el signo siguiente, PIscis… tan solo una hora antes de que se perfeccione la Luna Llena. Esta coincidencia es un evento astrológico de gran importancia, no estamos entrando solo en un nuevo capítulo de nuestra historia (luna llena como cada mes), sino que comienza una novela completamente nueva gracias a Saturno, el llamado Señor del Tiempo, Guardián de lo Manifestado, lo Cristalizado. Por eso empezaremos por analizar su paso a PIscis y terminaremos viendo qué nos trae esta Luna Llena de hoy.
Recordemos que la energía de Saturno no es la de un sprinter, sino la de un corredor de fondo, por eso no cabe tanto esperar a corto plazo efectos tangibles.
Saturno es perseverancia y lentitud, por eso los temas que asomen entorno a esta lunación serán sólo un atisbo de los temas que evolucionarán durante casi tres años.
¿Y de qué trata el capítulo nuevo de Saturno en Piscis?
Saturno es: Limitaciones, fronteras, trabajo con esfuerzo, pruebas, pero también da perseverancia, autoridad, busca la excelencia, la impecabilidad. Aporta disciplina y concentración, resistencia para sostener situaciones, para consolidarlas (es un signo de tierra, le gusta tomar y dar cuerpo, forma). Nos hace responsables, cabales, nos ayuda a organizar, jerarquizar con criterio de pertinencia, sopesando bien todos los factores. A Saturno no le vale la inconsistencia, las cosas hechas rápido y de cualquier manera. Da y otorga implicación. Ejemplaridad. Si la quieres de verdad y entrenas, tendrás tu cima, sea la que sea, palabra de Saturno.
Bien, en Acuario entró hace dos años y medio, ¿os suena el temazo de las restricciones (Saturno) a nivel colectivo (en Acuario)?
Vale, pues hoy abandona Acuario para entrar en Piscis, el último signo de la rueda zodiacal.
PIscis es el signo más allá de lo emocional, de lo mental y de lo corpóreo, es espacio liminal donde todo se disuelve, ego incluido. PIscis es aquel ámbito de nuestras vidas donde nos entregamos sin límites, donde disolvemos nuestro personaje, donde nos abandonamos a lo numinoso, a lo sagrado, a las experiencias fuera del cuerpo, es fluir sin rumbo hacia lo auténtico, rumbo al deseo genuino del alma.
Saturno, al cambiar de signo, cambia el escenario del juego del” deber ser” y de las expectativas. Puede manifestarse de varias formas en función de su posición en tu carta natal, pero tengamos esto claro: Saturno es límites, PIscis es borrar los límites, es el misticismo puro, es la trascendencia, los sueños…. esto es: los sueños no se cumplen, se trabajan. Tenemos un gran aliado hasta 2026 para demostrárnoslo.
Nos ayuda a hacer realidad nuestros anhelos y fantasías, a dar solidez y estructurar nuestras creencias más espirituales, nuestras prácticas trascendentes más íntimas. Nos ayuda a crear rutinas para nuestro bienestar espiritual (no más excusas para procrastinar tu horario y rutina de yoga). Saturno busca resultados, se asegurará de que tus prácticas y tus meditaciones den resultados, que tus herramientas estén homologadas, no le vale cualquier cosa, no es el Maestro, es la autoridad detrás de la Voz del Maestro, sólo admitirá como válida a la autoridad en la materia. No será ya un divagar mental por los limbos de la trascendencia, en busca del maestro definitivo, de guías más certeras, gurús imbatibles, probando esta y otra terapia, diferentes herramientas de autoconocimiento o de crecimiento personal…
No.
Saturno en Piscis es concentrar el foco de energía en el reino interior. Acaba de entrar en el nuevo signo justo ahora, tarde de martes en el noroeste de España, mientras escribo esta línea y me hace decir: Vengo a decirte que tú eres tu gurú. Tú eres el terapeuta, tú el ritual. No hay más dios que dios. No hay más dios que uno.
Saturno en PIscis:
Haz realidad tu fantasía. Haz fantástica tu realidad.
Esta luna llena trae un clímax emocional combinado con el Sol (poder de autoafirmación) en un aspecto menor armónico (sextil) a Urano: esto es, llegamos a un límite a partir del cual sentimos que una situación agota sus posibilidades de análisis, al menos desde el cuerpo mental, porque virgo es un signo analítico y de tierra, obsesivamente analítico, nunca descansa en la perfección. El contacto Sol-Urano trae potencialmente algún factor estresante a esta conclusión.
Es como si con esta luna nos diéramos cuenta de que ya hemos pensado suficiente sobre una situación desde muchos ángulos, sopesando, recapitulando, hasta el máximo nivel de detalle y ya no somos capaces de ver ningún imput nuevo de información que nos permita decidir, posicionarnos, valorar, ser, actuar en definitiva. Miremos desde donde miremos. Algo nos pide decidir o actuar con la información que se dispone ya mismo, no hay más de donde rascar. Hay lo que hay, ya suficientemente analizado, releiodo, revisado, revivido.
Atención a la toma de conciencia de esta lunación: muchas veces tomar una decisión o posicionarse con claridad respecto a algo, no implica haber llegado a la conclusión donde uno ha agotado todos los factores de decisión y por ello se siente que es el momento de parar de analizar y pasar a obrar. En muchas ocasiones ese momento de detener el análisis y ponerse a la acción es fruto de una decisión personal. Me dejo de dar vueltas al tema y me pongo a hacer el tema.
Es un poco el concepto de mi admirada Janet Novás: Si pudiera hablar de esto no haría esto.
La Luna Llena en Virgo nos trae emociones que pueden estar a flor de piel, siempre una luna llena es un clímax emocional, y por su sincronía con Saturno en PIscis, es una luna que manifiesta finales y comienzos importantes, pero más bien despliega la energía del observador/a, del evaluador/a. Sea el tema que se actualiza en nuestra carta natal en esta lunación, estamos en una carrera de fondo.
Un día después de este nodo energético de la lunación y Saturno, la Luna se mueve hacia Libra, trayendo en conversaciones amables, alianzas o citas que nos nutren de descanso, de paz y belleza. La cosa relaja un poquito de tanta intensidad fronteriza.