Nau Leone es un joven productor y músico, autor de esta cita que acompaña su tercer disco:

«El cambio sólo llega cuando se está preparado para ello. Aunque tú no lo sepas.»

Y resulta que el disco sale el 10 de febrero, fecha de mi retorno de Venus (llamamos retorno de Venus a cuando éste regresa a la posición natal, cada año). Al compositor lo conocí ayer por sincronías de la vida (gracias, Generación Ya).

El título de las sucesivas piezas que ha ido presentando este artista llevan por título: Cambio. Adaptación. Transición. Crecer. No puede caerme mejor.he escogido el audiovisual de CRECER por la carga simbólica y arquetípica que muestra, además del la sensibilidad e intensidad creativa. Vemos arquetipos como el niño interior (protagonista con la edad actual y flashes a su infancia), el vínculo psíquico entre el niño y el adulto, el colapso del cuerpo mental por sobre-estimulación, las distorsiones psíquicas (transmitidas con gran acierto en distorsiones visuales del protagonista). Muy fina también la representación de las sombras a nuestro alrededor.  La relación entre el ritual y el proceso de cambio, como factor que persigue integrar un elemento sin interferencias del exterior, una forma de simbolizar umbrales dentro de las transiciones. Es decir, hacer del cambio algo único e irrepetible y lo protegemos de influencias propias y externas.

Por eso me apetece hacerme eco con especial cariño de este trabajo, independientemente de las preferencias musicales. Toda música es música. Decía Leibniz que la música es el placer el que experimenta el alma al contar, sin darse cuenta de que está contando.

Música es Venus en Piscis. Música y la danza. Amor y placer fuera del cuerpo es Venus en Piscis. Entrega hasta lo sacrifical es Venus en Piscis. El día 10 de febrero, yo a bailar mi Venus en Piscis.