La Luna Nueva en Libra del pasado 25 de septiembre nos ha abonado el terreno para aprender a dar y recibir con elegancia, con mesura, con proporción y sentido.
Se dará con algo de resaca de intensidad, porque la venimos trayendo desde hace días, por el trígono separativo entre Venus y Plutón que ya va aflojando y que va moviendo a la superficie profundidades afectivas que han estado sumamente exaltadas los últimos días por vibrar en la carencia de una verdadera conexión íntima con unx mismo o con alguna persona.
Cuestiones como la neurosis, la dignidad o el amor propio, y el mérito o merecimiento, son la gasolina de estos días finales de septiembre.
La oposición de Júpiter (retrógrado) con el Sol y Venus esta semana desafiará nuestra capacidad de dar y recibir. Es posible que nos envalentone, pero sería un error validar conclusiones jupiterianas si no hemos ganado claridad sobre esa conexión íntima que está en juego. Habría que esperar a la primera semana de octubre, ya con Mercurio directo.
El mes Libra (octubre) trae energía de aprendizaje sobre dar y recibir con generosidad pero ecuánimemente. Sin polarizar desde el todo o nada, ahora o nunca. Estoy contigo y desaparezco. Quiero estar contigo y pongo kilómetros por medio sin despedirme.
La alternativa es el estancamiento, la apatía, la desgana en cuestiones de Libra: relaciones de a dos. Compromisos. Contratos. Abrazos. Alianzas. Acuerdos. Firmas. Enlaces. Conexiones. Entendimiento.
El lunes 26 de septiembre el trígono de Mercurio retrógrado con Plutón es una oportunidad para llegar a la raíz de algún problema, para hacer un cambio de energía y aligerar el espíritu crítico de Mercurio retro en el analítico Virgo.
El jueves 29 de septiembre Venus pasa de Virgo a Libra, donde gobierna. El discurso mental afloja, los pensamientos son más amables, hay gracia (o al menos mejor humor), hay encanto. Cabe esperar intercambios amorosos y relaciones mutuamente beneficiosas. En aquellas relaciones sembradas de discordia, florece una especie de búsqueda de unidad, de hilo conductor a través del que entenderse de manera básica.
Los modales se refinan y aumenta la diplomacia. Venus potencia esta energía, ya que también está en Libra: conversaciones más fluidas y más agradables. Primará en ellas el sentido de la equidad, de la justicia, del equilibrio, haciendo posible unir elementos apenas hace días discordantes.
Acudamos a cuantas citas nos propongan, Venus en Libra tiene un poder especial de atracción para traer personas agradables y relaciones mutuamente beneficiosas a la vida: Venus en Libra es apoyo explícito del “otro”, es expresión generosa de amor, de gustos que convergen, ¡de magia y convergencia!
Entramos en octubre con Venus en Libra haciendo una oposición a Júpiter retrógrado en Aries justo cuando Mercurio se pone directo (2 de octubre). Un momento propicio para compartir tu riqueza interior y de permitirte recibir más y mejor. En la siguiente Luna del 9 de octubre, se hará palpable en qué esfera de nuestras vidas se manifiesta esta apertura. Estás llevando un diario como hemos acordado en post atrás, ¿verdad?